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COLABORACIÓN INTERINSTITUCIONAL
Apoyo científico para el análisis y el control de calidad en medicamentos
Por medio de técnicas de resonancia magnética nuclear, especialistas del CONICET NOA Sur en el Laboratorio de Investigaciones y Servicios Analíticos (LISA) prestan servicios al Ministerio de Salud de Tucumán para un mejor y más efectivo diagnóstico de productos farmacéuticos.
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Especialistas del Laboratorio de Investigaciones y Servicios Analíticos (LISA) se encaminan a rubricar un convenio de asistencia técnica para beneficiar al sector de la salud de Tucumán en la mejora de los procedimientos de análisis y el control de calidad en medicamentos y fármacos destinados al tratamiento de enfermedades.
Este vínculo –trascendental, por cierto- no nace de pura casualidad: hace ya un tiempo que los equipos de investigación y técnicos de este laboratorio de doble dependencia entre el CONICET NOA Sur y la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) mantienen una estrecha colaboración con referentes del Sistema Provincial del Salud (SIPROSA) para eficientizar análisis, recursos y procesos relacionados con el área.
En este sentido, por medio de técnicas de resonancia magnética nuclear –que permiten determinar la estructura molecular de compuestos químicos específicos- el LISA va a asesorar en métodos de diagnóstico, por ejemplo, para detectar adulteraciones en productos farmacéuticos en virtud de que sean más seguros, rápidos y efectivos. Se trata de un aporte que además va a repercutir en la reducción de costos gracias a la optimización de las capacidades y los materiales disponibles, ya que no va a haber la necesidad de contratar servicios externos y debido a que desde el laboratorio se van a cubrir parte de los costos operativos, como el mantenimiento de equipos que requieren helio, un recurso de alto valor.
“Nuestro laboratorio está preparado para brindar servicios analíticos avanzados y sofisticados no sólo en beneficio del sector de la salud, sino también de los sectores agroindustriales y energéticos; para el aprovechamiento de empresas con potencial en la industria minera del litio, o para la identificación de cannabis medicinal y compuestos naturales derivados de plantas y microorganismos”, remarca el director científico del LISA, Mauricio Cattaneo. Asimismo, el investigador considera que dicha articulación entre la academia, el sector salud y el científico-tecnológico funciona como un puente que facilita la transferencia de tecnologías y conocimientos que benefician a la comunidad de la región.
Capacidades científicas al servicio de la salud
El LISA, con sede en la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT, es uno de los servicios centrales de la universidad con el CONICET con equipamiento destinado al apoyo a la investigación y a satisfacer la demanda analítica del sector privado. Cuenta con un cromatógrafo gaseoso acoplado a un espectrómetro de masas (GC/MS) y un resonador magnético nuclear -instalado a fines de 2019, siendo el único de su tipo en todo el NOA y NEA-, que son dispositivos con una importante variedad de aplicaciones para la caracterización de compuestos orgánicos e inorgánicos; el análisis de productos naturales y sintéticos; y el desarrollo de nuevas metodologías analíticas para diversas industrias.
Es importante señalar que a través del resonador magnético se pueden observar átomos específicos dentro de las moléculas, siendo una técnica precisa en estudios de identificación y cuantificación. Es decir que son visibles detalles de las moléculas usadas en medicamentos, agro-insumos, biocombustibles, contaminantes emergentes, compuestos naturales, composición de THC y CBD en cannabis medicinal, e incluso la composición y cantidad de litio en salmueras. Esta tecnología es la misma utilizada en la medicina para diagnosticar diversas enfermedades mediante la resonancia magnética, permitiendo obtener imágenes detalladas del interior del cuerpo humano y facilitando la detección temprana y el tratamiento de patologías.
Concretamente, la colaboración con el SIPROSA se centra en utilizar las capacidades conjuntas y la tecnología de punta del laboratorio para enfrentar los desafíos del mundo actual relacionados a la salud. Son nuevos enfoques que beneficiarán significativamente al desarrollo de análisis de medicamentos y la detección de adulteraciones, así como en proyectos de diagnóstico clínico. “Estas técnicas protegen a los pacientes, cumplen con las regulaciones y apoya la integridad de la industria farmacéutica”, concluye Cattaneo.