Exitosa primera convocatoria del espacio de debate con candidatas y candidatos que se postulan en las elecciones de Tucumán

El Centro Científico Tecnológico Conicet NOA Sur dio, con la visita de Rosana Chahla, potulante a la intendencia de San Miguel de Tucumán, el primer paso de una experiencia inédita: ser un ámbito de discusión democrática con candidatas y candidatos que deseen, en un contexto de diálogo democrático, transparente y respetuoso de los derechos humanos, exponer sus ideas y someterse al escrutinio de la comunidad científica local.

El fundamento de estos encuentros radica en la certidumbre de que el conocimiento científico basado en evidencias es fundamental para tomar decisiones políticas para resolver (y mejor aún, prevenir) los problemas más urgentes de la sociedad. Y también para la indispensable proyección de mediano y largo plazo.

Así fue como, tanto en la sede institucional como por zoom, directores de institutos e investigadores de todas las áreas (desde las Ciencias Sociales a la Biología) escucharon propuestas, y también las hicieron.

Luego de que el director de CCT NOA Sur, Atilio Castagnaro, les dio a todos la bienvenida, Chahla expresó su convicción de que las diferencias políticas tienen un límite: la procura del bienestar de ciudadanas y ciudadanos. “Las diferencias no pueden atentar contra la necesidad de mejorar la calidad de vida”, señaló, y advirtió que la falta de articulación entre las tres instancias del Estado (municipal, provincial y nacional) termina redundando en superposición de incumbencias o –a la inversa- en que las incumbencias no las asuma ninguna esfera del Estado.

Desde esa base describió brevemente su proyecto de una “ciudad inteligente”, en la que el uso de tecnología permita, por ejemplo, más agilidad burocrática; identificación y gestión de problemas que requieren solución urgente; la posibilidad de establecer sistemas de premios para los ciudadanos que mejoren la ciudad (recuperación de residuos, mejoramiento de frentes y veredas); digitalización del sistema de salud municipal, entre otras muchas posibilidades. Luego resaltó otra convicción: la de que es urgente anticiparse a los problemas, y ocuparse del mantenimiento de que en la ciudad sí funciona. “Sé que no es sencillo; siempre cuesta lo preventivo… ¡hasta en la salud!”, reconoció, pero resaltó que la costumbre de no cuidar lo que se tiene pude costar muy cara. “Un solo ejemplo: si las podas de los árboles no se hacen, o se hacen mal, pueden costar una vida”, agregó.

El diálogo

A partir de allí, la reunión se transformó en intercambio: más de uno de los investigadores plantearon las dificultades con las que se enfrentan para que los resultados de sus investigaciones lleguen a los decisores políticos y la importancia de que el trabajo conjunto entre funcionarios y científicos no busque cuando “hay que apagar los incendios”, y  de –en cambio- trabajar a largo plazo, más allá de los vaivenes de gestión. Chahla recogió el guante y plantó su proyecto de organizar un comité de expertos para poder avanzar con su objetivo: mejorar la calidad de vida de ciudadanas y ciudadanos.

Entonces se los investigadores pudieron brevemente dar cuenta de los proyectos que llevan adelante e hicieron propuestas para ámbitos tan diversos como la inclusión socioeducativa, la contaminación en todos sus aspecto (lo que incluye, por supuesto el manejo de la  basura y la economía circular); la seguridad, la urgencia de iniciar el cambio de la matriz energética; el transporte, la necesidad de trabajar en conjunto con los municipios del Gran San Miguel de Tucumán…

Casi dos horas después, Castagnaro cerró la sesión destacando lo enriquecedor y constructivo del diálogo que acaba de tener lugar, y la importancia de que los científicos sepan qué piensan y qué proyectan los políticos. “De esa manera, nosotros podemos conocer las necesidades de la comunidad y construir conocimientos que puedan dar respuesta a esas necesidades”