- Noticias / Investigadores del CONICET NOA Sur proponen un novedoso abordaje de la causa más frecuente de visión disminuida en la niñez
CIENCIAS AGRARIAS, INGENIERÍA Y DE MATERIALES
Investigadores del CONICET NOA Sur proponen un novedoso abordaje de la causa más frecuente de visión disminuida en la niñez
El equipo, que forma parte del Instituto de Investigación en Luz, Ambiente y Visión, busca interesados en participar de una evaluación, que incluye entrenamiento visual
Compartir en
redes sociales
La “enemiga” por derrotar se llama ambliopía, pero es más conocida como “ojo vago”. La vida cotidiana de quienes desarrollan ambliopía se ve afectada, ya que no perciben adecuadamente el movimiento global, lo que conlleva desarrollar deficiencias motoras finas y gruesas, y también a un mayor tiempo de reacción para ciertas actividades.
“La ambliopía es un trastorno del desarrollo, por el cual las imágenes que recibe el cerebro desde cada ojo son bastante dispares; eso hace que el cerebro ‘decida’ suprimir la información visual que le envía el ojo más débil, y se quede con la imagen del dominante. Como resultado, no se desarrollan (o se ven disminuidas) muchas funciones visuales, como la agudeza visual, la sensibilidad al contraste, la visión 3D, entre otras. Cabe aclarar que la visión 3d o estereoscópica es importante porque los objetos de la vida cotidiana no son planos, tienen un volumen, son tridimensionales. Por ejemplo, si hay un objeto que está sobre una mesa, y la persona no cuenta con visión estereoscópica demorará más en tomar dicho objeto o lo puede voltear en el intento.”, explica Noelia Alcalde, ingeniera biomédica, e integrante del Instituto de Investigación en Luz, Ambiente y Visión (ILAV, CONICET-UNT). “La ambliopía es el resultado de alteraciones fisiológicas en la corteza visual y provoca deterioro de la visión a una edad temprana: puede ocurrir entre el nacimiento y aproximadamente los 7 años y es la causa más frecuente de visión disminuida en la niñez “, agrega, y señala que alrededor de un 3% de la población mundial padece ambliopía. “Es la consecuencia de que no se hayan estimulado a ambos ojos de igual manera, ya sea por la presencia de estrabismo, anisometropía (diferencias refractivas de más de 2 dioptrías entre los ojos) o por lo que se llama deprivación (cataratas congénitas o traumáticas, etc.)”, informa.
Hasta ahora, y desde hace más de 200 años, la principal estrategia para el tratamiento es la terapia de oclusión, que consiste en tapar el ojo dominante para forzar el uso del ojo vago (que técnicamente se llama ojo ambliope) y, así, conservar su funcionalidad. “Esta terapia se planteaba utilizable hasta los 8 años de edad, pues se consideraba que sólo en este período existe plasticidad neuronal. Sin embargo, nuevos estudios muestran que esta capacidad se conserva durante toda la vida, por lo cual, con el entrenamiento adecuado, se puede continuar ejercitando el ojo ambliope a cualquier edad –añade Alcalde-. Y si bien la oclusión es el tratamiento más empleado, no es efectiva en todos los casos. Por un lado, debido a que la detección de la ambliopía ocurre de forma tardía, cuando el niño comienza la etapa escolar; y, por otro lado, a veces se torna difícil de sostener, pues genera mucha incomodidad y rechazo en los pacientes”.
Entrenar la visión:
“Hace unos años se impulsaron diferentes estudios, con el fin de encontrar alternativas a la terapia de oclusión. Y nuestro equipo propone entrenar las funciones visuales, explorando diferentes estrategias para producir mejoras en el desempeño visual de las personas en tareas que requieran visión binocular (es decir, la participación de ambos ojos) para detectar y estimar el desplazamiento en profundidad de un estímulo visual. Para esto se diseñó un protocolo de trabajo que consiste en dos tipos de evaluaciones: visuales puras y visuo-motoras, además de un entrenamiento visual”, explica.
La propuesta de su equipo de trabajo es un entrenamiento que requiere al sujeto que ponga su atención visual de manera explícita, ya que el aprendizaje perceptual visual está fuertemente ligado a la atención. “Si se presta atención se enfoca el proceso de aprendizaje, y ese es el mecanismo que permite seleccionar la población de neuronas más relevantes para la tarea. De esa manera se incrementa su peso funcional, pues se genera, a través de procesos de excitación/inhibición, una mayor actividad relativa de esa población de neuronas”, explica la ingeniera, y agrega: “una tarea binocular que comprometa fuertemente la atención visual en el estímulo de interés, puede facilitar el aprendizaje de la tarea. Nuestra hipótesis es que el proceso de desinhibición del ojo ambliope es un proceso de aprendizaje perceptual.”
Paradigma MOT:
En la propuesta del equipo se utiliza el paradigma MOT (del inglés Multiple Object Tracking, es decir, seguimiento de múltiples objetos). Se basa en un estímulo visual compuesto por varios elementos que se mueven en un espacio determinado. La tarea consiste en seguir con la vista un subconjunto de elementos objetivo (llamados, en inglés, targets) mientras se ignoran elementos distractores físicamente indistinguibles durante un breve periodo y dentro de un espacio limitado. La relación entre atención y aprendizaje se caracteriza, por tanto, como una dinámica codependiente.
“Mediante este estudio, tratamos de encontrar un nuevo mecanismo que permita que la visión de los ambliopes puede recuperarse de alguna manera, aun cuando el período de desarrollo neuronal ha finalizado, al enfocarnos en procesos que permitan la participación de los dos ojos, ya que se ha demostrado que el problema primario de la ambliopía es la deficiente visión binocular. Con esto, esperamos que las personas con ambliopía logren una mejoría en su visión 3D, y que eso se traduzca en la posibilidad de disminuir las dificultades que tengan para la realización de tareas cotidianas”, explica Alcalde.
¿Tenés ambliopía y querés participar de la investigación?
El equipo busca personas con ambliopía, cuyo origen sea que tienen miopía, hipermetropía y/o astigmatismo muy altos, para participar de una evaluación y un entrenamiento visual. Los interesados no deben tener ninguna otra patología o condición de la visión que no sea la mencionada. El tiempo requerido para el estudio es de 12 a 20 días (2 a 4 veces por semana), 1 hora por jornada. Los días y los horarios se definirán con los interesados.
Lugar: Departamento de Luminotecnia, Luz y Visión (FACET-UNT) - Instituto de Investigación en Luz, Ambiente y Visión (CONICET-UNT). Av. Independencia 1800. San Miguel de Tucumán, Argentina.
Contacto: Ing. Noelia Gabriela Alcalde. E-mail: nalcalde@facet.unt.edu.ar. Celular: +54 9 3814 740 562