NOTICIAS INSTITUCIONALES

La UNCA celebra su 50° aniversario

A medio siglo de creación de la Universidad Nacional de Catamarca, el 12 de septiembre de 1972, la comunidad del CONICET NOA Sur saluda a una de sus principales socias institucionales con la cual posee dos institutos de dependencia compartida.


Hoy 12 de septiembre de 2022, la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA) celebra su 50° aniversario de vida institucional.
Oscar Arellano, rector de la UNCA.
Marta Arias, directora del CREAS y José Yuni, director del IRES.

En consonancia con la fundación de otras nueve academias nacionales, en el contexto del denominado “Plan Taquini” -un significativo proyecto de expansión universitaria impulsado por el Gobierno Nacional, en 1972-, el 12 de septiembre de ese año se produce el nacimiento de la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA). Pasados ya 50 años de aquel hito histórico, el CONICET NOA Sur felicita a esta representativa casa de educación superior y a sus profesionales, reivindicando la hermandad institucional que les une, y que se ve materializada en dos institutos de dependencia compartida.

Aunque el surgimiento de la UNCA se dio en el marco de una compleja situación que atravesaba la provincia y el país, durante la presidencia de facto del Jefe de Estado Alejandro Agustín Lannuse (1971-1973), el mencionado proyecto nacional sentaba las bases de un escenario que favorecía la descentralización de los grandes núcleos universitarios, y aspiraba otorgar a cada provincia la posibilidad de contar con una universidad propia.

La “voz popular” –mediante una comisión, presidida por el profesor Federico Emiliano Pais y conformada un año antes por representantes de todos los sectores sociales de Catamarca- no tardó en expresarse a coro, y fue unánime: anhelaba cumplir con el sueño de miles comprovincianos y comprovincianas. A esto se sumó un ambicioso proyecto de factibilidad que condujo a la firma de la ley nacional N° 19.832.

De esta manera nace una nueva universidad pública, gratuita y soberana que en su auge conjugó la historia de instituciones educativas de prestigio nacional: la Escuela Preuniversitaria "Fray Mamerto Esquiú", que luego dio lugar a la creación del "Instituto Nacional del Profesorado" (1943); que abrió nuevos horizontes profesionales a la juventud del Noroeste Argentino, y que fue la matriz, con la incorporación además de la ENET N° 1, donde se gestó la UNCA en el 72´ frente a Casa de Gobierno de Catamarca, con la presencia de Lanusse firmando el decreto fundacional.

 

Más historia de la UNCA

Inicialmente, el proyecto inaugural contempló la organización de una universidad que respondiera al desarrollo de los recursos naturales y humanos de la provincia, con prescindencia en carreras como Medicina y Abogacía. Asimismo, se privilegiaron las especialidades de ciencias agrarias, agrimensura, minería, geología y enfermería y carreras humanísticas. Y también se incluyó la carrera de Contador Público en correspondencia con la importante demanda originada por los egresados de la Escuela Nacional de Comercio.

En los 50 años transcurridos desde su creación, la UNCA produjo modificaciones en su estructura académica: incorporó la Facultad de Derecho, y en referencia a su organigrama adoptó el Sistema de Facultades, en sustitución de los Departamentos, dando así mayor autonomía a las unidades académicas que hoy son conducidas por decanos y decanas, y Consejos Directivos. Ya en sus últimos años, la universidad hizo particular foco en la formación de un cuarto nivel: maestrías y doctorados, sometidos a la acreditación de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación. Universitaria.

 

Reflexiones sobre el vínculo UNCA-CONICET NOA Sur

50 años no se cumplen todos los días. Por eso, previo a hacer mención sobre esta relación en constante crecimiento, el rector de la UNCA, Oscar Arellano se guarda un espacio para destacar la importancia del aniversario. “Fruto de la aspiración de desarrollo y de la tradición educativa de la sociedad catamarqueña, la universidad hoy goza del reconocimiento de su rica historia y de la excelencia y calidad académica, evaluada y acreditada por sus pares”, afirma el directivo, subrayando además el “profundo compromiso” que tiene el establecimiento con el pueblo de la provincia, y que se manifiesta en sus acciones: “inspiradas en los valores y principios del modelo universitario reformista adoptado para el cumplimiento de su misión”.

En línea con la búsqueda de esa “excelencia académica”, destaca que en el año 2012, la UNCA firma con el CONICET un Convenio Marco – a partir del cual se crea el Centro de Investigaciones y Transferencia de Catamarca (CITCA)- para profundizar las acciones de complementación recíproca en la promoción y ejecución de tareas de investigación científica y tecnológica, en las actividades de desarrollo tecnológico, en la transferencia de los resultados al medio socio-productivo y en la formación de recursos humanos necesarios para el cometido de dichos fines.

Asimismo, resalta que la articulación entre ambas instituciones se potenció aún más desde 2017, con la creación de dos Unidades Ejecutoras de doble dependencia: el Instituto Regional de Estudios Socio-Culturales (IRES, CONICET-UNCA) y el Centro Regional de Energía y Ambiente pare el Desarrollo Sustentable (CREAS, CONICET-UNCA)

Las actividades en ambos centros –considera Arellano- aportan al desarrollo institucional de la UNCA, especialmente en la formación de recursos humanos de excelencia, tanto en instancias de grado como de posgrado en áreas científico-tecnológicas de alto impacto por sus implicancias en el desarrollo humano sustentable”. Esto se corresponde, señala, con el tratamiento regional de los problemas que se buscan resolver: “el enfoque en las investigaciones amplía el radio de impacto de las acciones institucionales a favor de la sociedad”, afirma.

Por su parte, Marta Arias, directora del CREAS (uno de los últimos institutos de doble dependencia en constituirse en la región NOA Sur) señala que, con el correr de los años, el prestigio de la universidad se fue incrementando y alcanzó reconocimiento social en la provincia y la región; y a la vez, que el vínculo con el CONICET -además del apoyo otorgado por del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación- permitió la radicación de grupos de investigación, la creación de laboratorios, la compra de equipos, y la construcción y el mejoramiento de la infraestructura.

También cuenta que el instituto que le toca dirigir fue cimentado sobre la base de tres grandes pilares: la energía, los alimentos y el ambiente. “Desde su génesis fue concebido como un espacio académico científico para atender y dar respuestas a necesidades socioculturales y ambientales de preocupación e importancia, y a las demandas del sector productivo catamarqueño”. Asimismo, la investigadora indica que, en 2020, además de todas los estudios que promueven normalmente desde el instituto (asociados a la biodiversidad, relacionados al contexto agroecológico y también a la problemática de la transición energética, entre otros), en el marco de la pandemia por COVID-19, el CREAS participó con otros centros de investigación de Argentina y de la región en esfuerzos mancomunados para dar respuestas, principalmente a través de técnicas moleculares de avanzada y las proyecciones geométricas que se desprenden de su aplicación: “nos unimos frente a esta problemática de salud que tanto afectó a gran parte de la población mundial”.

A su turno, el director del IRES, José Yuni recuerda que el desarrollo institucional del sistema científico –más allá de lo fructífero de este lazo- comenzó a mediados de la década del 80 con la creación de la Secretaría de Ciencia y Técnica de Catamarca. “Durante los primeros 20 años de la UNCA, el desarrollo de la investigación fue bastante asistemática y contaba con un área institucional conformada por una poca cantidad de investigadores”, situación que empieza a invertirse a principios de los 90.

“Yo llego a la UNCA en junio del 92 para trabajar en una Comisión de Derechos Humanos, y ese mismo año me llaman para cubrir la cátedra de Metodología de la Investigación, que era la asignatura que dictaba en la Universidad de Río Cuarto”, revela. Asimismo, cuenta que colaboró -por aquellos años- en talleres para el diseño de proyectos de investigación y en la formación de decenas de profesionales, lo que facilitó al fortalecimiento de distintos grupos de trabajo. Ya en 2004, comienzan a poner énfasis en el desarrollo de posgrados, hasta ese entonces inexistentes en la universidad. Para ello se originó un Programa Multidisciplinario en Ciencias Humanas que se implementó a partir del 2005, y que permitió empezar a contar con becarios y becarias. Después de ese año, aclara Yuni, el proceso para la detección de “talentos científicos” se volvió más sistemático y todos esos recursos humanos -ya formados- son los investigadores que actualmente forman parte de los dos institutos de doble dependencia. En este breve viaje cronológico, el director del IRES recalca algunos hitos más; entre algunos de ellos, la creación del CITCA, en 2012; la posterior incorpotación de los grupos de estudios de la Facultad de Humanidades a dicha unidad de trabajo, en 2014,  gracias al “apoyo de la universidad”; y la creación de los dos institutos de dependencia mutua en 2017, con aprobación del Directorio del CONICET y puesta en funcionamiento en 2018.

Por último, el investigador cuenta que, con un primera aproximación a través de la gestión de la ex directora del CCT CONICET Tucumán, Elisa Colombo, y sobre todo con la colaboración de la actual, a cargo de Atilio Castagnaro, que implicó una “cercanía más fuerte” y el acople de los centros de trabajo al renombrado CCT CONICET NOA Sur, la UNCA y el CONICET -“en una articulación que no fue nada nada fácil, pero que en los últimos años creció de manera positiva”- siguen avanzando hacia una ciencia pensada en la resolución de problemas de la sociedad, con contribuciones que “no los tenga al margen de la realidad”, sino todo lo contrario: “participando activamente de la vida social y aportando soluciones desde la ciencia y la tecnología a las necesidades más apremiantes”.