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Renombran un anfiteatro de la UNT en homenaje a la ex directora del CONICET NOA Sur, Elisa Colombo
La distinción se consumó a través de una emotiva ceremonia en la que participaron autoridades de la Facultad de Ciencia Exactas y Tecnología (FACET) y colegas de quien además se desempeñara como subsecretaria de Federalización de la Ciencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
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En el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemoró el pasado 8 de marzo, la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET, UNT) rindió homenaje esta mañana a la ex directora del CCT NOA Sur, Elisa Colombo, reasignando un anfiteatro de la citada casa de estudios con su nombre.
De esta manera, la investigadora principal del CONICET -con pasado como subsecretaria de Federalización de la Ciencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación en 2019- recibe un merecido reconocimiento a su extensa carrera de parte de autoridades y colegas tanto del CONICET como de la UNT, y de otras instituciones del medio en la provincia.
La distinción se fundamenta en la trayectoria de la especialista en el ámbito de la física y los estudios de la visión, con numerosos avances a nivel nacional e internacional, pero además en su claro compromiso con el desarrollo y el sostenimiento de políticas en defensa del sistema científico-tecnológico argentino. La formación de una nueva generación de científicos y científicas es otro de los significativos aportes que se le pueden atribuir.
“Estoy muy orgullosa de estar en este espacio desde los 17 años, donde desarrollé toda mi carrera. Nunca pensé en irme del país, porque este es mi lugar en el mundo”, expresó al inicio de su discurso la agasajada. En línea, dijo que el trabajo en el ámbito de la producción de conocimiento científico requiere de seriedad y dedicación; pero también de que “que tengamos claras nuestras ideas, que podamos compartirlas, discutirlas y tomar decisiones a través de los canales institucionales correspondientes”. En ese sentido, remarcó el concepto de “diversidad de pensamientos y enfoques”, que enriquecen el debate y la toma de decisiones.
Destacó además la labor de las mujeres en los diferentes estamentos de la vida social, académica y científica. Y dedicó unas líneas de su discurso para hablar de la importancia de la labor femenina en el ámbito doméstico: “Yo fui una de las fundadoras en el año 83 del Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina. En ese tiempo –indicó- descubrimos que todas esas mujeres que trabajaban, claro está, pero desde sus casas y no en el mercado laboral, sin percibir una remuneración por las tareas que desarrollaban, tenían muchas ganas, muchos deseos escondidos y no expresados. Esta situación –entre otras distinguidas por el equipo que integraba la asociación- impedía que se desarrollaran profesionalmente o accedieran a algún tipo de educación superior.
A su turno, el decano de la FACET, Miguel Ángel Cabrera, describió la etapa en la que comenzaron a interactuar: “Recuerdo que ella era de esas personas que no tranzaban en lo que pensaban; siempre estaba dispuesta a aprender del otro, siendo muy proactiva en la ayuda a los demás”, señaló, sin dejar de subrayar lo que para él era una de sus virtudes más distintivas: “Independientemente de las banderías políticas y de las ideologías, era capaz de juntar a personas muy diferentes para formar grupos de trabajo en la búsqueda de objetivos comunes: “Eso es algo que Elisa cultivó largo de su vida de su larga trayectoria”.
Por último y antes de revelar una placa conmemorativa con la nueva denominación del auditorio -acción que contó con la participación del director del CONICET NOA Sur, Augusto Bellomio y del rector de la UNT, Sergio Pagani-, el decano sentenció: “Es una alegría tener estas personas en la universidad pública y más en un contexto en el que la universidad pública está siendo confrontada con la realidad y debemos defenderla con el trabajo día a día”.
El legado de Elisa Colombo
Después de egresar de la Escuela Sarmiento, la investigadora comenzó su formación profesional en el bachillerato; y allí tuvo un primer acercamiento con la que sería su pasión y su vocación durante el resto de la vida: la física.
Estudió Licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT); durante su proceso de formación universitaria, también le tocó vivir momentos duros: por aquellos años golpeaba con crudeza la dictadura militar en el país, y en particular en nuestra provincia: “Fueron años de terror que golpearon fuerte al Instituto de Física; muchos profesores fueron echados e incluidos en listas de supuestos subversivos, y dados los casos de secuestro y desaparecidos, ante el miedo aterrador y las amenazas, varios emigraron para cuidar su vida”, rememora. A pesar de ello, defendió su tesis y se recibió en el año 1981.
Luego de años de asidua militancia política en la universidad, y de haber sido elegida, entre otros grandes honores, como candidata a la vicepresidencia de la Nación, Colombo obtuvo una beca del CONICET en el Departamento de Luminotecnia de la FACET, bajo la dirección del doctor Carlos Federico Kirschbaum y del ingeniero Herberto Carlos Buhler, a Después de una inestimable formación en la psicofísica aplicada a la percepción visual, se doctoró en 1992, dato que no es irrelevante: fue la primera en el país en hacerlo en el campo de la luminotecnia.
En el ámbito docente, en aquellos años se desempeñó como auxiliar de primera categoría y fue jefa de trabajos prácticos -siempre mediante concursos-, hasta ser elegida profesora adjunta. “Las siguientes promociones las logré más tarde en el Dpto. de Luminotecnia, Luz y Visión, en 1994 a profesora asociada, y en 2013, a profesora titular, en las carreras de Diseñador de Iluminación y Técnico en Iluminación, diseñando y trabajado en materias nuevas: la óptica para un diseñador y la influencia de la luz y la iluminación en la visión”, enunció y destacó: “fue toda una vida en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, lo que me llena de orgullo”.
Entre 1992 y 1993, después de concluir su doctorado, Elisa incursionó con su carrera posdoctoral en la Universidad de Newcastle Upon Tyne, en Inglaterra. Sobre aquella etapa, recordó que confluyeron varias situaciones para avanzar en su campo de investigación. Por un lado, en la European Conference on Visual Perception, en 1990, conoció a Andrew Derrington. “Por otro lado, en 1992 los grupos que dirigían los doctores Kirschbaum, en Luminotecnia, y Rodolfo Danessi, en Estructura en Ingeniería Civil, fueron seleccionados por el Consejo Británico para el Programa de Cooperación de Inglaterra con Argentina, lo que motivó aún más su formación. Ya de regreso a nuestro país, comenzó a dirigir los primeros tesistas sobre aspectos relacionados con la Visión funcional y los efectos de la iluminación y el medio visual.
A este resumido legajo podemos agregar la coautoría de más de 77 artículos en revistas internacionales y nacionales con referato de pares; trabajos presentados en alrededor de 300 eventos, entre congresos nacionales e internacionales; la participación en numerosas conferencias en universidades nacionales y extranjeras, y en diferentes eventos a los que fue invitada para presentar los resultados de sus investigaciones, pero también aportes desde su experiencia en la gestión académica y en la articulación interdisciplinaria del campo de la luminotecnia con una perspectiva que abarca la docencia, la investigación y la transferencia; y el desarrollo en colaboración de dos patentes aprobadas en 2005 y 2015 sobre un equipo de bajo costo para la medición de la sensibilidad al contraste en el ámbito de la clínica oftalmológica.
Este homenaje se encuadra en una fecha de reflexión y lucha por la igualdad de género: el 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer con el propósito de visibilizar las desigualdades de género que condicionan la vida de las mujeres y de la comunidad LGBTI+ en todos los ámbitos de la vida social.
Se trata de una jornada pone en relieve la histórica lucha de las mujeres por sus derechos y reivindica la necesidad de alcanzar la igualdad de oportunidades en todos los espacios y terrenos, incluyendo el de la ciencia. En un contexto donde aún persisten brechas de género en el acceso a la educación y al desarrollo profesional, reconocer el legado de investigadoras como Colombo es un paso hacia una mayor visibilización del rol de las mujeres en la ciencia y la tecnología.