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Elisa Colombo fue distinguida como Profesora Emérita por la UNT

Además de su extensa carrera docente, la investigadora principal del CONICET y ex directora del CCT NOA Sur desarrolló (y sigue haciéndolo) una vasta trayectoria en el campo de la Física, abocada a los estudios de la luz y la visión.


Elisa Colombo, docente e investigadora recientemente distinguida como Profesora Emérita por la UNT. Foto: gentileza SIDETEC.

Ayer, miércoles 29 de septiembre, la doctora Elisa Colombo, investigadora principal del CONICET y ex directora del CCT NOA Sur, recibió una condecoración más: la de Profesora Emérita por la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Se trata de un reconocimiento fundado en su larga trayectoria académica en la mencionada casa de estudios, que la cobijó primero como joven estudiante de Física; luego, como docente e investigadora, y finalmente como directora de diferentes departamentos e institutos. La distinción la encuentra en la plenitud de su carrera, ocupando el cargo de subsecretaria de Federalización de la Ciencia del MINCyT (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación).

La notable carrera de Elisa Colombo

Después de egresar de la Escuela Sarmiento, la investigadora comenzó su formación profesional en el bachillerato; y allí tuvo un primer acercamiento con la que sería su pasión y su vocación durante el resto de la vida: la Física. “La primera elección que relaciono con mi orientación hacia la Física fue en el 8vo -tercer año del secundario-, cuando tuve que elegir entre las tres alternativas que ofrecía la escuela: el bachillerato Científico, el Humanista o el Técnico Contable. Me gustaban muchísimo las materias de las ciencias llamadas ´duras´; y también era mejor alumna en las materias científicas que en las humanistas y sociales -recuerda Colombo-, pero dudé…porque me atraían la posibilidad de entender el mundo en el que vivimos; el desafío de la mirada histórica para avizorar el futuro; las preguntas de la filosofía, para bucear en sus respuestas sobre la vida y el conocimiento, y también la literatura y la psicología”. Pero finalmente tomó una decisión: “mi razonamiento para elegir el Científico fue que si no lo hacía, iba a alejarme indefectiblemente de los porqués de la naturaleza”, reflexionó, sin saber en ese entonces lo valiosa que sería su elección.

La misma disyuntiva se le presentaría en la universidad. ¿Estudiar Física o Filosofía? “Bueno, a esta altura ya saben que elegí la Licenciatura en Física, en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología de la Universidad Nacional de Tucumán; 'mi Universidad'", enfatiza Elisa, con orgullo y emoción. Sin embargo, la investigadora no olvida que durante su proceso de formación universitaria, también le tocó vivir momentos duros: por aquellos años golpeaba con crudeza la dictadura militar en el país, y en particular en nuestra provincia: “fueron años de terror que golpearon fuerte al Instituto de Física; muchos profesores fueron echados e incluidos en listas de supuestos subversivos, y dados los casos de secuestro y desaparecidos, ante el miedo aterrador y las amenazas, varios emigraron para cuidar su vida”, rememora. En ese momento -confiesa- tuvo un quiebre emocional y vocacional, y estuvo a punto de abandonar la carrera, pero con la colaboración del doctor Miguel Katz, por ese entonces jefe del laboratorio de Física-Química, pudo defender la tesis y recibirse en 1981.

Luego de años de asidua militancia política en la universidad, y de haber sido elegida, entre otros grandes honores, como candidata a la vicepresidencia de la Nación, Colombo obtuvo una beca del CONICET en el Departamento de Luminotecnia de la FACET, bajo la dirección del doctor Carlos Federico Kirschbaum y del ingeniero Herberto Carlos Buhler, a quien recuerda como un “visionario que supo ver que el campo de la iluminación iba a adquirir una personalidad propia, diferente al de la Ingeniería y la Instalación Eléctrica”. Después de una inestimable formación en la psicofísica aplicada a la percepción visual, se doctoró en 1992, dato que no es irrelevante: fue la primera en el país en hacerlo en el campo de la luminotecnia.

En el ámbito docente, en aquellos años se desempeñó como auxiliar de primera categoría y fue jefa de trabajos prácticos -siempre mediante concursos-, hasta ser elegida profesora adjunta. “Las siguientes promociones las logré más tarde en el Dpto. de Luminotecnia, Luz y Visión, en 1994 a profesora asociada, y en 2013, a profesora titular, en las carreras de Diseñador de Iluminación y Técnico en Iluminación, diseñando y trabajado en materias nuevas: la óptica para un diseñador y la influencia de la luz y la iluminación en la visión”, enunció y destacó: “fue toda una vida en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, lo que me llena de orgullo”.

Entre 1992 y 1993, después de concluir su doctorado, Elisa incursionó con su carrera posdoctoral en la Universidad de Newcastle Upon Tyne, en Inglaterra. Sobre aquella etapa, recordó que confluyeron varias situaciones para avanzar en su campo de investigación. Por un lado, en la European Conference on Visual Perception, en 1990, conoció a Andrew Derrington. “Con él aprendí mucho de psicofísica y del sistema visual, y diseñé un sistema de calibración de monitores utilizando la habilidad del ojo humano". Además, se reencontró con Pablo Artal, físico óptico español, a quien definió como idóneo en el uso del generador de estímulo visuales y manejo del software para realizar las mediciones. “El vínculo con ambos sigue hasta nuestros días y esta colaboración ha sido muy importante a lo largo de mi carrera como formadora de investigadores”, subrayó. Por otro lado, en 1992 los grupos que dirigían los doctores Kirschbaum, en Luminotecnia, y Rodolfo Danessi, en Estructura en Ingeniería Civil, fueron seleccionados por el Consejo Británico para el Programa de Cooperación de Inglaterra con Argentina, lo que motivó aún más su formación. Ya de regreso a nuestro país, comenzó a dirigir los primeros tesistas sobre aspectos relacionados con la Visión funcional y los efectos de la iluminación y el medio visual.

A este resumido legajo de la hoy subsecretaria encargada de federalizar la ciencia en nuestro país, podemos agregar la coautoría de 77 artículos en revistas internacionales y nacionales con referato de pares; trabajos presentados en alrededor de 300 eventos, entre congresos nacionales e internacionales; la participación en numerosas conferencias en universidades nacionales y extranjeras, y en diferentes eventos a los que fue invitada para presentar los resultados de sus investigaciones, pero también aportes desde su experiencia en la gestión académica y en la articulación interdisciplinaria del campo de la luminotecnia con una perspectiva que abarca la docencia, la investigación y la transferencia; y el desarrollo en colaboración de dos patentes aprobadas en 2005 y 2015 sobre un equipo de bajo costo para la medición de la sensibilidad al contraste en el ámbito de la clínica oftalmológica.

“Elisa Colombo acompaña su trayectoria académica, científica y de gestión con una gran calidez, humanidad y claridad política, y es por ello que nos alegra sinceramente su nombramiento como Emérita”, expresó Roberto Tagashira, secretario de la SIDETEC (Secretaría de Estado de Innovación y Desarrollo Tecnológico), también colega, pero sobre todo, amigo de muchos años de la investigadora.