Finalizaron en Catamarca las Primeras Jornadas de Arqueología de Antofagasta de la Sierra

Organizadas por especialistas del Instituto Regional de Estudios Socioculturales (IRES, CONICET-UNCA), se desarrollaron del 21 al 23 de marzo las Primeras Jornadas de Arqueología de Antofagasta de la Sierra, en sedes de la Universidad Nacional de Catamarca. Durante tres días, especialistas de la disciplina en el NOA reflexionaron y debatieron, generando un espacio de confluencia, sobre los desafíos que implican los estudios  de su disciplina , en  el ámbito de las Ciencias Sociales y las Humanidades.

La actividad contó con el aval institucional del Centro Científico Tecnológico (CCT) del CONICET NOA Sur, y de su par en Salta-Jujuy, y la convocatoria superó las expectativas: más de 30 expositoras y expositores –provenientes de diferentes institutos y universidades- presentaron 24 trabajos articulados en cinco mesas de diálogo. Además, invitados especiales y de renombre, como Carlos Aschero, Daniel Olivera y Mercedes Podestá, dieron cuenta, en conferencias virtuales, de los importantes avances de los trabajos elaborados en el NOA, y de los aportes que ellos implican; compartieron también sus experiencias en el oficio de la disciplina.

Según Leticia Gasparotti, investigadora del IRES y una de las organizadoras, el encuentro estuvo orientado a generar, por primera vez en Catamarca, un espacio que permitiera para discutir ejes temáticos específicos, que –aseguró-  “atraviesan a todas  y a todos los que hacemos arqueología en Antofagasta de la Sierra”. Al mismo tiempo, permitió una instancia de construcción colectiva y reforzar las sinergias de trabajo entre los diferentes equipos de investigación regionales, agregó. Este último punto es clave, y más si se tiene en cuenta que la iniciativa también tiene en consideración las necesidades de la comunidad local. Y por eso la colaboración -tanto en la difusión como en la propuesta de temáticas- de miembros de la Secretaría de Cultura y Turismo de la Municipalidad de la mencionada ciudad.

Años de investigación

Los trabajos de arqueología en Antofagasta de la Sierra llevan décadas. Han despertado el interés durante muchos años porque es una zona vasta  y muy rica  en múltiples expresiones culturales.

“Desde hace más de 30 años trabajan en la zona equipos interdisciplinarios del Instituto Nacional de Pensamiento Latinoamericano; y de las Universidades Nacionales de Catamarca, de Tucumán y de Buenos Aires, en articulación con grupos de trabajo y con referentes del país y del mundo. Entre todos produjeron en forma ininterrumpida una importante cantidad de trabajos que reconfiguraron una y otra vez las hipótesis fundamentales acerca de la vida que hubo en esta zona de la Puna”, describió Gasparotti. Sin embargo, pone en relieve ciertos matices más actuales: “quienes llevamos adelante estas investigaciones, hace tiempo que somos conscientes de la necesidad no sólo de generar una instancia de socialización de esos aportes -con el objeto de reactualizar el conocimiento arqueológico de la región-, sino también generar un espacio de discusión sobre la manera de hacer arqueología en un contexto socio-histórico particular, atravesado por las múltiples dimensiones que complejizan las realidades latinoamericanas”.

Actividades especiales

En esta primera edición  de las Jornadas se realizó un reconocimiento a quien fue una de las primeras mujeres en llevar adelante un equipo de investigación en la Puna de Catamarca: Patricia Escola, investigadora principal de CONICET. Y no sólo fue distinguida por su trayectoria: “se rescató también su inmenso aporte a la comprensión de las sociedades agro-pastoriles de la puna”, contó Gasparotti.

Por otra parte se llevó a cabo un taller sobre Materias primas líticas y fuentes en Antofagasta de la Sierra: hacia la actualización de las lilotecas, con el objetivo de actualizar el estado de la cuestión y las descripciones de las rocas que se usaron para la producción de artefactos arqueológicos.

“Estamos muy felices; este espacio fue un lugar donde pudimos escucharnos, hacernos preguntas, compartir nuestras experiencias, aprender unos de otros y fortalecer nuestras redes de colaboración”, remarcó la investigadora sobre este evento, que había sido declarado de interés parlamentario por la Cámara de Diputados de Catamarca. Los planes son hacer  la segunda edición dentro de tres años, y que Antofagasta sea la sede.