Reflexión de la Dirección del CCT

"La pelota no se mancha"

Paso a la inmortalidad de Diego Armando Maradona.


No queremos hablar de futbol, a eso ya lo definiste vos en todas las dimensiones posibles. Sólo queremos pensar en tus pensamientos: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”; “Fue la mano de Dios"; “Yo tengo dos sueños. Mi primer sueño es jugar en el Mundial”; “Se le escapó la tortuga”; “Me cortaron las piernas”…

Sos el humano más endiosado o como dijo otro Maestro, “el más humano de los dioses”, porque no te dañan las miserias humanas que todos tenemos y aún muerto, seguís transmitiendo pasión, compromiso, amor, poesía, belleza, inspiración y felicidad. Sentimientos y estados de ánimo que hacen que una sociedad, la humana entera a juzgar por el impacto de tu muerte, pueda vivir mejor.

A nosotros, trabajadores de la ciencia, que le hacemos preguntas a la naturaleza y a las sociedades para conocerlas más y buscamos producir lo mismo que vos, en estas circunstancias, se nos revela la impotencia de ser humanos y no dioses.

Atilio Pedro Castagnaro y Ricardo Kaliman, directores del CCT Conicet NOA Sur.

Sobre el Diego

Diego Armando Maradona, más conocido como "Pelusa", nació en Villa Fiorito, partido de Lanús, un 30 de octubre de 1960. Fue considerado y reconocido por especialistas, ex futbolistas y aficionados de todo el mundo, el mejor jugador de la historia de ese deporte en relación a la destreza que demostró en un campo de juego durante toda su carrera. Como jugador, el "Pibe de Oro", se desempeñó en la posición de delantero o mediocampista ofensivo, etapa en la que brilló a nivel nacional, en equipos europeos de fuste - mención especial al cuadro donde desplegó toda su magia: el NAPOLI de Italia-, y sobre todo por su rol preponderante en la Selección Argentina, plantel con el cual se consagró en México '86 logrando el primer puesto y obteniendo la copa del mundo.  Años después de su retiro profesional, inició su etapa como entrenador, dónde dirigió planteles en el país y el exterior, antes de dirigir al último de sus equipos: Gimnasia y Esgrima de la Plata.

Ha sido catalogado por algunos medios como el "mejor jugador en la historia de la Copa Mundial", de la cual fue elegido el "mejor jugador" en la edición de 1986, en la que también realizó para muchos expertos del deporte, el mejor gol de todos los tiempos eludiendo a cinco jugadores de Inglaterra.

Finalmente, en los premios en los que elige al Jugador del Siglo de la FIFA, fue seleccionado como el "mejor futbolista del siglo xx" en la votación popular.

"Maradona se convirtió en una suerte de Dios sucio, el más humano de los diosesEso quizás explica la veneración universal que él conquistó, más que ningún otro jugador". 

Eduardo Galeano.