Un desarrollo que apunta a identificar tempranamente enfermedades neurodegenerativas ganó el 1º premio en un concurso del Balseiro

Un equipo científico del Instituto de Investigaciones en Medicina Molecular y Celular Aplicada (IMMCA, CONICET-UNT-SIPROSA) acaba de obtener el primer premio en el marco del Concurso de Planes de Negocio IB50K organizado por el Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO). El galardonado proyecto a cargo de este centro de triple dependencia de Tucumán, llamado BrinDx, se basa en el desarrollo de una innovadora herramienta para el diagnóstico prematuro de enfermedades neurodegenerativas, tales como el Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy.

Se trata de una iniciativa que tiene como objetivo detectar la presencia de alfa-sinucleína en estado tóxico en el cerebro. Esta es una proteína que desempeña funciones celulares importantes en condiciones normales; sin embargo, en las ya mencionadas enfermedades neurodegenerativas tiende a formar acumulaciones infrecuentes en las neuronas, produciendo daño celular. Por lo tanto, la identificación prematura de estos agregados en el cerebro puede ser considerado un valioso indicio del origen de las patologías, incluso antes de que los síntomas fueran reconocibles, en cuyo caso permitiría mejorar la precisión del diagnóstico y realizar un manejo más rápido y eficiente en pacientes que comienzan a padecer los trastornos señalados.

Pues bien, la propuesta de BrinDx obtuvo el primer lugar y una recompensa de 30 mil dólares en este certamen de relevancia nacional que busca fomentar proyectos de base tecnológica que contribuyan a resolver problemas sociales, tomando como vehículo las potencialidades del sistema de ciencia y tecnología nacional. En su edición 2024, IB50K evaluó propuestas y seleccionó a las seis finalistas -Sustratos Inteligentes, Sarsfield, Cabildo Abierto, BrinDx, SphereBio y Auto Align Optics- pertenecientes a áreas claves como las de inteligencia artificial, biotecnología y salud, teniendo en cuenta criterios de originalidad, oportunidad de negocio y madurez del proyecto.

Ciencia aplicada a problemáticas de la salud

Rodrigo Tomas Grau, investigador del IMMCA y uno de los referentes del proyecto, destaca que BrinDx surgió en 2023 como una respuesta a la necesidad apremiante de generar soluciones innovadoras para el diagnóstico temprano de enfermedades neurodegenerativas: “Hoy en día son detectadas cuando los síntomas ya son visibles, lo cual puede suceder hasta diez años después de haber comenzado el daño neuronal. Es por eso que nuestra herramienta representa un avance significativo en el tratamiento de estas patologías, ya que permite visualizar los primeros signos en el cerebro antes de que aparezcan esas señales”, explica el además representante legal y administrativo de la propuesta.

De hecho, para el equipo de BrinDx, la ciencia –en este caso en búsqueda de nuevos abordajes y desarrollos aplicados a la salud- debe estar al servicio de la sociedad. Por lo que este proyecto no sólo puede considerarse un logro académico y tecnológico; supone también un paso hacia adelante para acercarse en el objetivo de hallar mejoras en la calidad de vida de quienes padecen enfermedades neurodegenerativas.

Por otro lado, Tomas Grau no quiere dejar de mencionar la complejidad que supuso a “especialistas acostumbrados al trabajo de laboratorio” la labor de crear planes de negocio de base tecnológica en el marco del concurso IB50K: “Fue necesario desarrollar un proyecto de negocio completo que incluya un resumen ejecutivo, un análisis del mercado objetivo y una estrategia clara de inserción”, describe. Asimismo, debido a que este año la participación de equipos de investigación superó la expectativa de la organización, adquiere aún mayor relevancia el reconocimiento a los proyectos premiados; y en el caso de esta Empresa de Base Tecnológica (EBT) surgida en el IMMCA, una validación crucial, ya que se encuentra en una fase avanzada con vistas a consolidarse además como EBT del CONICET en un futuro no muy distante. “Esto nos permitirá planificar el desarrollo de investigaciones y futuras innovaciones en el ámbito de salud y biotecnología”, concluye el investigador.