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El legado de un hacedor de la Ciencia Argentina

Ricardo Farías fue agasajado por su inspiradora trayectoria en docencia, investigación y gestión de la ciencia.

 


Doctor Ricardo Farias
Diego de Mendoza. Primer becario tucumano de Ricardo Farias
Doctor Atilio Castagnaro, director de CONICET NOA Sur
Conversatorio entre el público, Ricardo Farias y su hija, Maria Eugenia
Amigos y colegas del homenajeado
Show musical a cargo del maestro Ricardo Buffo

El miércoles 22 de marzo, en el Centro Cultural Virla, se realizó un emotivo acto donde se homenajeó por su vasta trayectoria a Ricardo Farías, quien fue, además de miembro del directorio y vicepresidente de Asuntos Científicos del CONICET, mentor y primer director del entonces CCT CONICET Tucumán.

El evento comenzó con una semblanza de Farías que describió su camino académico desde que se graduó como licenciado en Química en la Universidad de Buenos Aires, y luego su doctorado bajo la dirección de su gran mentor, Raúl Trucco. Con él se formó no sólo en la actividad científica, sino también en el compromiso con los ideales democráticos y en el amor a la patria. Luego de la “Noche de los bastones largos”, en 1966, se trasladó a Córdoba, para desembarcar finalmente con su equipo de investigación recién formado en la Universidad Nacional de Tucumán, donde fue más de 35 años profesor titular de Química Biológica. En este camino, su esfuerzo puesto en formación de muchos doctorandos fue uno de los principales gérmenes del desarrollo de la ciencia en el norte argentino. Se hecho, así nació el Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO), primer instituto del CONICET en Tucumán.

La trayectoria de Farías en el CONICET abarcó las tres dimensiones esenciales de la vida científica: excelencia en publicaciones, formación de recursos humanos y fuerte participación en la gestión institucional. Efectivamente, integró el Consejo Científico Tecnológico y fue parte del Directorio en los períodos 2001-2005 y 2005-2010. Se desempeñó además como vicepresidente de Asuntos Científicos desde marzo de 2002 a marzo de 2008. Y con la creación del CCT-Tucumán, se transformó en el artífice de los primeros pasos hacia la descentralización administrativa del CONICET.

También impulsó la creación del Centro de Investigaciones y Transferencia de Catamarca (CITCA), convencido de la necesidad de llevar el desarrollo científico a todos los rincones del país. Con ese horizonte, ycon más de 80 años, se trasladaba semanalmente desde Tucumán a Catamarca para poner en funcionamiento los laboratorios, movilizar científicos locales y promover la radicación de otros que integrarán equipos de trabajo y líneas estratégicas de investigación. Actualmente, el CITCA es un núcleo científico en clara expansión.

Arte, colegas y amigos

Luego de la semblanza de Farías, el maestro Roberto Buffo interpretó al piano piezas de folklore y tango.

A continuación, el director del CCT CONICET NOA Sur, Atilio Castagnaro, narró la manera en la que conoció al agasajado en Madrid, y como él le facilitó el retorno a Argentina. Además, hizo hincapié en que al regresar encontró un ambiente científico que él desconocía en Tucumán: "un ambiente de libertad que realmente era algo extraordinario, donde se podía hacer ciencia de verdad, se valoraban las ideas y había un profundo valor por el sentido democrático”, especificó.

Seguidamente, el rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Sergio Pagani, recordó que la casa de altos estudios que él dirige distinguió a Farías 2006 con el título de Profesor Emérito, en virtud de su vasta e innovadora trayectoria en la docencia de grado y de postgrado. “Su trabajo ha sido altamente positivo para la Universidad, desde todos los puntos de vista; en lo científico, sin duda, pero también desde lo humano”, dijo y, agregó: “una de las cualidades del doctor Farías es su gran compromiso con la democracia y con los derechos humanos, algo que es también fundamental para nuestro país”

Luego habló Diego de Mendoza, quien fue su primer becario en la provincia de Tucumán, y narró la emotiva manera en que conoció a Farías, cómo comenzó a trabajar con él en medio de un convulsionado contexto de dictadura militar, y las enseñanzas que les dejó: “la primera es que era posible hacer investigación en el interior de Argentina; la segunda, que uno le debe su educación al país, y la tercera, a ser optimistas. Gracias maestro”.

Por último, el director del Instituto Regional De Estudios Socio-Culturales (IRES), José Yuni, quién compartió muchos años con Farías mientras este dirigió el CITCA, remarcó la imaginación creativa, la gran capacidad de escucha, la inteligencia, la empatía y la enorme capacidad de gestión del agasajado. Así también recalcó que Farías les enseñó a gestionar las condiciones para un desarrollo científico creativo, y no burocrático; y la importancia de pensar la ciencia en clave socio-política. “Nos hizo entender que estamos en los márgenes de la periferia, y que hacer ciencia en los márgenes de la periferia no sólo es una cuestión política, sino que requiere de política”, señaló. “Nosotros le decimos, Don Farías, porque la palabra don, que nació como una sigla para exprsar 'de origen noble', representa el valor de su nobleza humana y científica. Y don Farías no es parte de nuestro pasado; es una inspiración también para nuestro futuro. Por eso, en nombre de la comunidad pequeña del CITCA, queremos decirle, simplemente, gracias.”

Para finalizar el homenaje, su hija María Eugenia Farías dirigió un conversatorio, durante el cuál varios colegas que acompañaron su vida y carrera, como Faustino Siñeriz, Roberto Morero y Vicente Macagno compartieron vivencias y anécdotas que cómo compartieron con Farías, y también mencionaron su importante rol para la ciencia. El homenajeado recibió además saludos a través de un vídeo grabado por científicos que había formado cuando eran becarios, y que ahora se encuentran en diferentes centros de trabajos de países de Europa y de EEUU.

Del homenaje participaron amigos, ex miembros del Directorio del CONICET -contemporáneos al Dr. Farías durante su gestión como vicepresidente de asuntos científicos, como la Dra. Noemí Girbal, quien ofreció unas emotivas palabras- y de las diferentes Universidades –UBA, UNC, UNT y UNCA - y familiares del agasajado y la Dra. Beatriz Caputo, presidenta de la Academia Nacional de Ciencias, que vinieron de diferentes partes del país y del mundo especialmente para compartir este homenaje con él.

Fiel a su esencia, y con sus ya 87 años, Farías sigue comprometido con la ciencia, con el país y con sus colaboradores y becarios, con los que disfruta de su amena charla y de sus increíbles discusiones.