EFEMÉRDIDES HISTÓRICAS: 17 de septiembre - Día del Profesor

Los docentes son balsas de auxilio en el mar de este mundo fragmentado por la virtualidad


En la Argentina, los 17 de septiembre se celebra Día del Profesor, en honor a José Manuel Estrada, quien falleció ese día de 1894. Además de profesor, fue historiador, orador, escritor, periodista, y uno de los más destacados intelectuales de su época. “Ser profesor es la elección de una forma de vida que se asume desde la labor diaria, las exigencias, la lucha, el agotamiento, la esperanza y la alegría de hacer lo que eligieron ser", escribió… como si hubiera podido imaginar es el escenario que en estos tiempos de pandemia les está tocando vivir a los profesores…

El COVID 19 trajo consigo miles de repercusiones, y una de ellas fue la suspensión de clases presenciales, con intermitentes retornos en modalidad de burbujas, forzando tanto a los alumnos como a los docentes a una adaptación vertiginosa a esta nueva realidad. Si bien existen herramientas virtuales que facilitan el dictado de clases on-line, no en todos los casos se pudieron utilizar, generando una profunda desigualdad.  Ese es precisamente el tema de la investigación de Cecilia Meléndez, cuyo lugar de trabajo es el Instituto Regional de Estudios Socio-Culturales (IRES, CONICET-UNCA). Durante la pandemia abocó su labor científica al impacto que tuvo la virtualidad en­­­ las escuelas secundarias de Catamarca.

“La pandemia ha profundizado las desigualdades: los sectores más privilegiados se ajustaron rápidamente a la realidad y lograron contener al alumnado: en poco tiempo lograron adaptarse a la nueva realidad, a través de clases on-line, por plataformas virtuales como classroom, meet o zoom”, describe.

Pero los más desventajados –agrega- en algunos casos perdieron el contacto de docentes con sus estudiantes. “Para ellos la escuela tradicional, presencial, sigue siendo insustituible, más allá de los esfuerzos por continuar con su rol tutelar desde la virtualidad –describe-. Los estudiantes no contaban con estas herramientas, y los docentes debieron esforzarse más para contener a los alumnos, utilizando medios que pudieran estar al alcance de todos, como la red de mensajería WhatsApp, y otras herramientas”.

“En definitiva, si bien la pandemia es una catástrofe en sí misma, profundizó las ya existentes desigualdades y la fragmentación del sistema educativo. Por eso, el acceso a la tecnología y a la conectividad es una de las grandes brechas que es necesario sortear –destaca-. Para los sectores bajos, lo remoto no incluye, sino que excluye aún más: lo que la escuela, como espacio de contención, había logrado, al cerrar sus puertas cierra también las puertas a otros bienes. La educación virtual como alternativa, por su capacidad de ser remota, a la que se puede acceder en cualquier momento y de cualquier lugar, requiere, para ser efectiva, no sólo de los medios tecnológicos, sino también disposiciones socioeconómicas y culturales”.

Poner el cuerpo

Las principales consecuencias de la profundización de la desigualdad van ser el distanciamiento y el aislamiento de los sectores vulnerables respecto de los más privilegiados, pero también la imposibilidad de compartir experiencias sociales e institucionales, señala. “En la escuela de puertas abiertas, es el docente a quien abraza y contiene”, resalta.

Los profesores pusieron el cuerpo para sostener el vínculo pedagógico con sus estudiantes de los distintos sectores, de modo que fueron grandes protagonistas de esta situación inédita para el sistema educativo. “Dieron muestras no sólo de su capacidad de enseñar; también de una gran capacidad de aprender, por ejemplo, a usar nuevas tecnologías, a crear nuevas estrategias de enseñanza, y de interpretar y poner en acto nuevas normativas… No olvidemos que se dieron grandes transformaciones en las formas de evaluar, de periodizar los contenidos, de organizar el trabajo… lo que significó una redefinición del rol tradicional del profesorado”, enfatiza.

“Fueron los docentes, los profesores y lo directivos -insiste- quienes construyeron un vínculo con sus estudiantes, a través múltiples medios, como programas de radio, cartillas, redes sociales y plataformas educativas; y en el caso de los sectores más vulnerados, los efectos de la pandemia implicaron poner bajo la responsabilidad de cada docente generar la igualdad de oportunidades y la justicia educativa que se generaba en la presencialidad”.