CIENCIA Y SOCIEDAD

Promueven una iniciativa para conservar la biodiversidad, fortalecer la identidad comunitaria y despertar vocaciones científicas

Especialistas de la Unidad Ejecutora Lillo (UEL) lideran un proyecto con el objetivo de integrar a la población del sur de Tucumán en el cuidado del medioambiente, por ejemplo, a través del monitoreo de la fauna silvestre.


Promueven una iniciativa para conservar la biodiversidad, fortalecer la identidad comunitaria y despertar vocaciones científicas.
Promueven una iniciativa para conservar la biodiversidad, fortalecer la identidad comunitaria y despertar vocaciones científicas.
Promueven una iniciativa para conservar la biodiversidad, fortalecer la identidad comunitaria y despertar vocaciones científicas.

En el sur de la provincia de Tucumán, más precisamente en el departamento de La Cocha, se encuentra emplazada desde 2019 la Estación Biológica Batiruana, dependiente de la Unidad Ejecutora Lillo (UEL, CONICET–FML). Allí se gestó un proyecto que busca transformar el vínculo entre ciencia y sociedad a partir del trabajo colaborativo de científicos en interrelación con la comunidad de la zona, en tareas de monitoreo de la fauna silvestre y para generar conciencia sobre el impacto ambiental. Se trata de una propuesta que articula investigación, transferencia tecnológica y educación ambiental, con el objetivo de reducir la huella ecológica local y fortalecer la identidad cultural asociada a la biodiversidad.

El proyecto, presentado para su financiamiento ante la Subsecretaría de Innovación y Desarrollo Tecnológico (SIDETEC) bajo el nombre Conocimiento y conservación: fortaleciendo relaciones entre ciencia y comunidad mediante la ciencia ciudadana, tiene como eje principal el relevamiento participativo de la fauna en la Comuna de Yánima–El Corralito, ubicada en el límite del Parque Nacional Aconquija y en el extremo sur de las Yungas Australes, una región clave para la conservación y al mismo tiempo vulnerable a presiones antrópicas como la deforestación, los incendios y el avance de la frontera agrícola.

En este contexto, una de las primeras acciones que prevén los especialistas de la UEL consiste en capacitar a los residentes en dinámicas de identificación de especies, entre otras actividades que incluyen encuentros formativos, ferias de ciencia y acciones educativas en escuelas, con el fin de empoderar a los habitantes como comunicadores y promotores de conservación.

Con una perspectiva de planificación a largo plazo, se busca establecer una línea de base ambiental que permita detectar a tiempo problemáticas ecológicas y contribuir a la toma de decisiones informadas. El proyecto cuenta con el respaldo del CONICET, de la Fundación Miguel Lillo y contempla la participación de trabajadores y referentes locales, consolidando así un modelo replicable para otras regiones con desafíos ambientales similares.

Ciencia con la gente: metodología y actividades

El proyecto se basa en la creación y validación de un protocolo de muestreo participativo que permita a los habitantes locales monitorear especies indicadoras de cambios ambientales. La iniciativa incluye talleres de formación, la producción de materiales audiovisuales, el trabajo conjunto con escuelas, la realización de ferias comunitarias y la generación de una red local de referentes ambientales. “En el marco de la propuesta –describe y explica uno de sus promotores, Rodrigo Aráoz- se seleccionan especies de artrópodos, aves, anfibios y mamíferos, fácilmente identificables y representativas del ecosistema local. Esta metodología es testeada por técnicos de la UEL y voluntarios locales, quienes toman datos durante estaciones secas y húmedas. Además, se realizan múltiples talleres sobre biodiversidad, salud, residuos, servicios ecosistémicos, cultura e historia natural del lugar”.

Entre los principales resultados que se esperan de esta vinculación entre ciencia y sociedad, se destaca el de alcanzar un mayor bienestar comunitario derivado del aprovechamiento sostenible de los servicios ecosistémicos. Proponen que el proyecto también impulse que los niños, jóvenes y adultos de la zona adquieran una mirada crítica sobre su vínculo con el ambiente y se conviertan en agentes activos de conservación y divulgación.

Asimismo, en futuro cercano prevén, por un lado, la elaboración dela fauna local con la comunidad como coautora; y por otro, la planificación de seminarios abiertos en otras instituciones para compartir la experiencia y fomentar su replicación en otras localidades. De esta manera, se aporta una mirada novedosa al posicionar a los pobladores como protagonistas del conocimiento ya que no sólo reciben capacitaciones específicas, sino que también enseñan a científicos y científicas sobre los saberes del lugar, en una instancia de intercambio horizontal y enriquecedor.

Impacto social, educativo y científico

La repercusión de la propuesta de la UEL se refleja en múltiples aspectos ya que se espera, a nivel comunitario, que cumpla con la expectativa de lograr que la biodiversidad sea comprendida como un elemento identitario. Es decir, la tendencia a una mayor comprensión sobre la ciencia y su importancia, y que la conservación se traduzca en nuevas oportunidades laborales y microemprendimientos sostenibles. A la vez, el foco está puesto en que los habitantes se apropien de la experiencia y demanden políticas que protejan sus recursos naturales.

Para el ámbito científico, resulta relevante la validación de una metodología de muestreo con participación comunitaria, ya que representa un avance en la investigación aplicada a territorios vulnerables. También se posiciona como un ejemplo replicable de cómo el conocimiento científico puede integrarse con los saberes populares en beneficio del ambiente y la sociedad.

En resumen, el equipo de la UEL busca allanar a través de este proyecto el camino hacia un cambio social, mejorando las relaciones entre ciencia y sociedad, y potenciando sentimientos de pertenencia, empatía y responsabilidad con el ecosistema. Porque –consideran- conocer es fundamental para conservar, y que la conservación es una herramienta clave para transformar positivamente la vida de las personas.