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Siete proyectos del CONICET NOA Sur recibirán un millón de dólares para el desarrollo de investigaciones interinstitucionales

Este financiamiento, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, en el marco del Programa Redes Federales de Alto Impacto, servirá para que equipos multidisciplinarios incorporen tecnologías e insumos en pos de resolver problemáticas complejas para nuestro país.


En el marco del Programa Redes Federales de Alto Impacto, se seleccionaron siete proyectos –22 en todo el país de un total de 141 propuestas presentadas- de investigación interinstitucionales y multidisciplinarios de los que forman parte equipos científicos del CONICET NOA Sur, tanto de la provincia de Tucumán como de Santiago del Estero.

Se trata de un importante financiamiento de 1 millón de dólares que serán destinados a cada propuesta elegida para la compra de equipamiento e insumos, en pos de promover investigaciones que tiendan a resolver problemáticas consideradas complejas para nuestro país. Otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, este subsidio busca fortalecer a su vez al conjunto de instituciones científico-tecnológicas nacionales a través de la conformación de redes de trabajo, compuestas por profesionales altamente calificados.

A continuación, uno por uno los proyectos regionales seleccionados que integran nuestros especialistas:

1)

REPARA es la red de la que forman parte miembros del Instituto de Bionanotecnología del NOA (INBIONATEC, CONICET-UNSE), y que aborda la problemática de la resistencia a antibióticos causada por infecciones polibacterianas en Argentina.

Como polibectariano se entiende a aquellas comunidades de diferentes especies de bacterias patógenas que afectan a un mismo paciente. En este sentido, se estudiarán las infecciones crónicas en pacientes pediátricos con diagnóstico de fibrosis quística, sometidos a una terapia intensiva de antibióticos.

Entre los objetivos de las investigaciones de la red REPARA se encuentran la generación de conocimiento de frontera en Microbiología, en lo que respecta a las interacciones entre especies bacterianas y mecanismos de evolución molecular; la formación y consolidación de un biobanco de cepas bacterianas provenientes de infecciones polimicrobianas, que permita generar una cultura de colaboración entre investigadores básicos y clínicos; y la consolidación de un centro de referencia regional de Biología Estructural en Santiago del Estero.

Particularmente, en esta provincia del NOA se estudiarán los detalles moleculares de las proteínas involucradas en los mecanismos de comunicación y resistencia bacterianas. Estas actividades se llevarán a cabo en el Laboratorio de Enzimología Estructural del INBIONATEC, que funciona en el campus de la Facultad de Agronomía y Agroindustrias de la UNSE, en el predio de El Zanjón. Asimismo, las actividades experimentales se realizarán en colaboración con investigadores e investigadoras del laboratorio de Fotobiología Molecular del instituto.

REPARA está formada por cuatro grupos de investigación de diferentes latitudes de nuestro país: el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR), dirigido por Alejandro Vila, además coordinador de la red; el Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC, CONICET-UNC), dirigido por Andrea Smania; el Instituto de Química Biológica (IQUIBICEN, CONICET-UBA) de Buenos Aires, dirigido por la Dra. Paula Tribelli; y el INBIONATEC, cuyo equipo está dirigido por Javier González.

2)

Hay una iniciativa de investigadores e investigadoras del Instituto de Investigaciones Territoriales y Tecnológicas para la Producción del Hábitat (INTEPH, CONICET-UNT) que también fue aprobada en el marco de esta convocatoria. Se trata del proyecto: Red Federal de cooperación científica y vinculación tecnológica para el fortalecimiento y avance de los procesos de Memoria, Verdad y Justicia.

En un contexto en que la demora y los obstáculos judiciales e institucionales condicionan fuertemente el efectivo juzgamiento de crímenes contra la humanidad, este proyecto tiene como propósito contribuir a afianzar el proceso de Memoria, Verdad y Justicia en Argentina a partir de un conjunto de líneas de investigación y trabajo, acciones, herramientas y recursos provenientes del ámbito de la investigación científica, articulando cuatro equipos de investigación integrados por especialistas de campos disciplinares, tales como la Historia, la Sociología, la Economía, la Geografía, el Derecho, la Antropología Social, la Arqueología y la Psicología Social, entre otras.

De esta manera, la red, de la que forma parte el INTEPH pretende favorecer el acceso a la justicia a víctimas del proceso represivo desplegado en Argentina entre 1975 y 1983; víctimas que en pos de esa búsqueda encontraron obstáculos aún más significativos que los muy considerables enfrentados por el conjunto, debido a su inserción económica, laboral y social, en articulación con dimensiones de género y étnica. A estos factores se suman las características de la estructura institucional, económica y social de algunas jurisdicciones que incrementaron las dificultades para visibilizar, judicializar y reparar los efectos de la represión dirigida a sectores en lucha por sus derechos.

Esta iniciativa se propone trabajar en tres dimensiones. La primera, en búsqueda de profundizar un eje analítico específico: la importancia de los procesos de organización y lucha sindical, laboral y social y sus conexiones con las transformaciones económicas, sociales y laborales y las políticas represivas desplegadas entre 1975 y 1983. La segunda, que tiene por objetivo poner el foco en las características de las víctimas trabajadoras, así como de los y las integrantes de otros colectivos organizados por sus derechos, en conexión con factores económicos, laborales, sociales, de género, de pertenencia a pueblos originarios y a grupos étnico-raciales que implicaron que estos sujetos hayan tenido particulares obstáculos y dificultades en su acceso a la justicia. Y la tercera dimensión, que prioriza el entorno regional, planteando un foco específico en territorios que no sólo fueron afectados profundamente por procesos represivos, sino que además se caracterizan por configuraciones de poder; vinculadas con estructuras económicas y sociales constituidas por una intensa regresividad en la distribución del ingreso, y por condiciones de trabajo y de vida de gran precariedad para un porcentaje muy elevado de la población, con predominancia a actividades económicas que no han sido foco de los estudios en estos temas.

El grupo de investigadores/as, becarios/as y CPAs (Personal de Apoyo) del INTEPH está conformado por: Pablo Paolasso (investigador responsable), Silvia Nassif, Ezequiel Del Bel, Daniela Wieder, Luis González Alvo, Facundo Nanni, Gabriela Tío Vallejo y Lucía Zarbá. Además, participan otros investigadores/es y becarios/as de la UNT.

3)

ReFeDE-Ar (Red federal para el diagnóstico rápido de enfermedades infecciosas en Argentina) lleva por nombre la iniciativa que se encuentra integrada por un equipo de profesionales del Instituto Multidisciplinario de Salud, Tecnología y Desarrollo (IMSaTeD, CONICET-UNSE) en Santiago del Estero, con la coordinación del investigador Fernando Rivero. Está conformada además por un grupo de investigación de Capital Federal, llamado COVIDAR, a cargo de Andrea Gamarnik, y por otro de Misiones, dirigido por Karina Alejandra Salvatierra

El objetivo general de este proyecto es constituir una plataforma de trabajo interdisciplinaria para el desarrollo de nuevos métodos de detección de patógenos de importancia sanitaria en Argentina y la región. En consecuencia, abordará dos temáticas relevantes: la primera relacionada con infecciones virales causadas por arbovirus, como dengue y Zika, y la segunda con enfermedades parasitarias de transmisión sexual y gastrointestinales que afectan a las infancias.

Se utilizarán para su implementación herramientas y métodos de diagnóstico sensibles, específicos, sencillos y rápidos para identificar las enfermedades infecciosas prevalentes en distintas zonas de nuestro país. Y se hará un estudio exhaustivo, de vigilancia, tanto para arbovirus como para parásitos gastrointestinales, con el fin de contar con información sobre la presencia de estos patógenos a nivel nacional.

4)

El grupo bioinsumos del Instituto de Tecnología Agroindustrial del Noroeste Argentino (ITANOA, CONICET-EEAOC) fue otro de los equipos científicos que obtuvo el subsidio, a través de su proyecto: Bioproductos basados en ARN para el mejoramiento de la producción y granos de leguminosas (RIBOLEG); el cual pretende desarrollar un bioproducto basado en ácidos ribonucleicos (ARNs) para el mejoramiento de la productividad y calidad de los granos de cuatro leguminosas de importancia agronómica para nuestro país (poroto, soja, garbanzo y maní), tanto para grandes como para pequeños productores.

En el contexto de la demanda creciente de cantidad y calidad de los alimentos para satisfacer las necesidades de una población en aumento, la biotecnología aplicada a la agricultura enfrenta importantes desafíos para desarrollar estrategias y bioproductos que permitan incrementar la productividad agrícola de manera sustentable, sin generar impactos nocivos sobre el ambiente. Las plantas leguminosas poseen un alto contenido proteico de sus granos, con niveles dos o tres veces superiores a los de los cereales, y además proveen el 33% del total de proteína consumida en la dieta humana, porcentaje que puede duplicarse en el caso de aquellas poblaciones de regiones empobrecidas o que se encuentran en vías de desarrollo. El proyecto se sustenta en dos abordajes diferentes, por un lado, restringir el crecimiento de microorganismos patógenos, y por el otro, optimizar la interacción de las plantas leguminosas con microorganismos benéficos fijadores de nitrógeno.

Las investigaciones recientes han demostrado que muchas de los ARN poseen funciones regulatorias. Un ejemplo de la aplicación tecnológica de estas moléculas y con el que estamos más familiarizados tiene que ver con el hecho de que las primeras vacunas generadas contra virus causante de la enfermedad COVID-19, están basadas en ARN. Las tecnologías basadas en el uso de ARN aplicados de manera exógena emergen como altamente promisorias para solucionar diversos aspectos de la agricultura y mejorar el rendimiento de los cultivos sin la necesidad de generar organismos modificados o editados genéticamente. 

La Red Federal se conforma por tres grupos de investigación; dos de trayectoria científica consolidada, dirigidos por María Eugenia Zanetti y Flavio Blanco, del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular (IBBM, CONICET– UNLP) en La Plata; y el otro por Federico Ariel, del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL) en Santa Fe.  El tercer grupo, en vías de desarrollo está coordinado por Gabriela Michavila y Nadia Regina Chalfoun, investigadoras del ITANOA.

La sinergia entre los tres equipos permitirá desarrollar un proyecto ambicioso y multidisciplinario, que abarca desde el diseño bioinformático; la estabilización del ARN con nanotecnología y los ensayos moleculares y fenotípicos, hasta las pruebas en campo y prototipado de una solución tecnológica estratégica y ecológicamente amigable para la agricultura sostenible en Argentina y el mundo.

Asimismo, vale destacar que la generación de un bioproducto de mayor calidad y seguridad ambiental pretende impulsar la bioeconomía y la biotecnología para incrementar la producción sostenible y alcanzar la soberanía alimentaria, lo cual impactará positivamente sobre la estructura social de las comunidades asociadas a la agricultura.

5)

Equipos científicos de diversas partes del país constituyen la Red Bosque-Clima, compuesta por miembros del Instituto de Ecología Regional (IER, CONICET-UNT) en Tucumán; del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA, CONICET-UNCUYO), en Mendoza; del INTA, de la Universidad de Misiones y del CONICET en el Noreste Argentino; y por representantes del CONICET, del INTA y de universidades nacionales en la Patagonia.

Los bosques representan casi el 90% de la biomasa terrestre y sustentan el 80% de la biodiversidad del Planeta. Desempeñan un papel esencial en los procesos ecosistémicos de regulación de los ciclos del agua y del carbono, y proporcionan recursos madereros y energéticos, agua y alimentos para la sociedad. Sin embargo, los distintos componentes del Cambio Global (cambio climático, cambio en el uso de la tierra, etc), representan una amenaza para el mantenimiento del recurso forestal.

Para comprender la dinámica forestal y poder realizar proyecciones del crecimiento de los bosques en relación al cambio climático se requiere contar con una red de monitoreo a largo plazo (años a décadas) que combine la remedición en intervalos relativamente frecuentes con el monitoreo continuo de ciertos atributos de los árboles.

Aunque en Argentina existen algunos puntos de monitoreo forestal con parcelas permanentes y mediciones de alta resolución (horarias a diarias) del crecimiento radial de los árboles, los datos resultantes no están interconectados ni disponibles de forma inmediata, lo que dificulta la evaluación de las respuestas de los bosques a las variaciones en las condiciones climáticas medias y a los fenómenos meteorológicos extremos. Es por esto que este proyecto propone consolidar el establecimiento de una Red Nacional de monitoreo del crecimiento de los bosques nativos en Argentina que sirva de base para proyectar los cambios en la dinámica de estos ecosistemas a largo plazo.

Los principales objetivos del proyecto son: (1) establecer y coordinar una red nacional de monitoreo del crecimiento de los bosques nativos argentinos, que permita (2) examinar en detalle los efectos que los cambios climáticos tienen sobre la compleja dinámica de los ecosistemas forestales nativos, de tal manera que se puedan (3) proyectar los cambios en la dinámica de los bosques nativos durante el siglo XXI, información crucial que orientará a los tomadores de decisiones sobre las mejores estrategias de manejo forestal y adaptación al cambio climático.

Esta propuesta reúne por primera vez los esfuerzos de dos iniciativas nacionales orientadas a documentar la dinámica de los bosques nativos argentinos en diferentes escalas temporales: la Red Argentina de Parcelas Permanentes (RAPP) y la Red Argentina de Dendrómetros de Alta Resolución (RADAR), que actualmente operan en forma incipiente en los bosques nativos argentinos. Esto posibilitará monitorear el crecimiento y la dinámica de los bosques nativos en un amplio rango de escalas temporales, abarcando distintos niveles de detalle que van desde los cambios diarios o estacionales que ocurren en un árbol, hasta procesos que se desarrollan a lo largo de años o décadas en un bosque.

Asimismo, está organizado en cuatro áreas geográficas: Noroeste (NOA), Noreste (NEA), Centro y Patagonia. Cada uno de esto cuatro grandes grupos está coordinado por un grupo responsable de investigadores y un número variable de grupos colaboradores de reconocida trayectoria en el monitoreo de la dinámica de cada uno de las regiones forestales de Argentina. En total, son 17 las instituciones que participan de esta red involucrando el trabajo de 93 personas.

Esta propuesta se enmarca en el Desafío 9 del Programa de Desafíos Nacionales y Perspectivas Integradoras del Plan Nacional 2030, cuyo objetivo central es “Potenciar la transición al desarrollo sostenible”, y más específicamente en su Misión 1, titulada “Adaptación y mitigación al cambio climático”.

En Tucumán, el equipo está coordinado por Cecilia Blundo, investigadora del IER.

6)

La Red ViroSensAr, a través de su proyecto Plataforma de desarrollo de biosensores rápidos y portátiles para la detección de infecciones virales, tiene como objetivo generar una plataforma de desarrollo de biosensores de antígenos virales rápidos y portátiles para la detección de virus zoonóticos emergentes y responsables de enfermedades desatendidas que afectan la salud humana, en particular en Argentina.

Esta línea de trabajo propone articular la experiencia de los grupos en distintas áreas de las ciencias básicas y aplicadas. Por lo tanto, se aprovechará la amplia experiencia de los investigadores del grupo Dispositivos en el desarrollo de sensores basados en tecnologías como transistores de efecto campo (FET) y amperométricas, que permitirán tener ensayos rápidos en dispositivos portátiles y con alta sensibilidad. Dichos dispositivos utilizarán como moléculas sensoras aptámeros y nanoanticuerpos (NAcs) que serán generados por técnicas de selección in vitro y biopanning, respectivamente, por el grupo Desarrollo de elementos de reconocimiento.

Finalmente, la experticia del grupo Diagnóstico virológico será clave para poder diseñar la implementación de los sensores generados, la validación de los mismos y para realizar análisis epidemiológicos, comparando su performance con test implementados actualmente como son los ensayos ELISAs y qPCR. Para su desarrollo, comenzarán trabajando en la detección del virus del dengue y del virus de la hepatitis E dada su relevancia en el país. Sin embargo, la misma plataforma podrá ser fácil y rápidamente adaptada a la detección de otros patógenos de interés que puedan surgir.

Los dispositivos a desarrollar se basan en la inmovilización de elementos de reconocimiento (aptámeros y NAcs) en superficies sensibles a la presencia de especies con cargas o capaces de intercambiar electrones. De esta manera, si detectan el virus o sus componentes generan una señal eléctrica procesable. Esto permitirá su digitalización y envío de información a centros médicos para el tratamiento del paciente a distancia y a organismos de control y estadística para poder tener un mapa actualizado de la situación sanitaria de una región.

Son en total 3 los grupos de trabajo que colaboran en el desarrollo del proyecto, los cuales conforman una red que se compone por varias instituciones. La responsable del equipo de Diagnóstico virológico –del grupo Dispositivos es Omar Azzaroni, y del de Desarrollo de elementos de reconocimiento, Ana Sol Peinetti-  es la investigadora del Instituto Superior de Investigaciones Biológicas (INSIBIO, CONICET-UNT) y profesora adjunta de la Facultad de Medicina y de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia, Guadalupe Vizoso Pinto. En este equipo de Tucumán participa además Julio Villena, investigador del Centro de Referencia para Lactobacilos (CERELA, CONICET).

7)

AgroBiotecAR es la Red Federal de Agrobiotecnología Traslacional constituida por investigadores e investigadoras en el Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL); del Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (CEFOBI, CONICET-UNR), en Rosario; del Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM, CONICET-UNCUYO); y de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT, con María Paula Filippone como responsable.