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CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES
Especies exóticas invasoras: una amenaza para la biodiversidad regional
La introducción por actividades humanas de plantas y fauna no autóctonas a nuevas regiones provocan impactos ambientales y económicos mayormente negativos.
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En la provincia de Tucumán, es común observar en el pedemonte cercano a la ciudad, grandes extensiones de bosques de Siempreverdes. Este árbol, que caracteriza al paisaje local, es una especie exótica invasora, originaria de China, y que coloniza los territorios de otros árboles con los que convive, nos explica Romina Fernández, investigadora del Instituto de Ecología Regional (IER, CONICET-UNT).
"Al igual que el ligustro, muchas otras especies de plantas, animales, hongos y bacterias, por actividades humanas, fueron movidos de su área de origen he introducidos en nuevas regiones donde antes no existían; en esos nuevos lugares estas especies son denominadas exóticas", explica Fernández, y añade: "No todas las especies exóticas son un problema, solo un subconjunto de las especies exóticas llamadas especies exóticas invasoras, son capaces de establecerse, propagarse, desarrollar poblaciones que persisten en el tiempo generando impactos negativos en la naturaleza, algunas incluso tienen impactos en las personas”
La investigadora explica que en la región del NOA se encuentran dos especies de plantas invasoras muy diseminadas: el Siempreverde (o Ligustro) y la Acacia negra, nativa de Estados Unidos y Canadá y utilizada para delimitar el pastoreo del ganado, principalmente. Como estas especies no encontraron enemigos naturales, compitieron con las especies nativas y dominaron los territorios.
“El problema radica en que las especies exóticas invasoras tienen efectos devastadores, ya que, de las 3.500 especies exóticas invasoras en todo el mundo, el 85 % de los casos han tenido efectos negativos sobre las especies nativas y la calidad de vida humana”, agrega la científica.
Ahora bien, la principal herramienta para contrarrestar las invasiones de especies exóticas es la prevención. “Por ejemplo, se debe utilizar especies de plantas nativas como ornamentales, y no traer plantas o animales de otros sitios cuando viajamos. No traficar especies exóticas, que pueden convertirse en un problema si se dispersan y se vuelven dominantes en el nuevo ecosistema donde se introducen”, amplía Fernández.
Por otro lado, la científica explica que la erradicación es exitosa y rentable para algunas especies exóticas invasoras, especialmente cuando sus poblaciones son pequeñas y de lenta expansión. Cuando esta no es posible las especies exóticas invasoras deber contenerse y controlarse, y la metodología usada -control físico, químico o biológico- va a depender de la especie y del contexto.
Actualmente, el IER está llevando a cabo pruebas piloto con el objetivo de contener el avance del ligustro (siempreverde) en Horco Molle. Las pruebas son parte de un proyecto de cooperación en el que participa la doctora Priscila Powell, investigadora del CONICET, el Conycit de Chile, el Favesp de San Pablo (Brasil) y el Natural Environment Research Council (NERC) del Reino Unido.
Impactos en la naturaleza, la salud y la economía
Según un informe del 2019 de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), los impactos registrados de las especies exóticas invasoras son principalmente negativos, afectan a la biodiversidad, las contribuciones de la naturaleza a las personas, las economías, la seguridad alimentaria, la seguridad hídrica, la salud humana y las identidades culturales. Cabe remarcar que las especies invasoras son uno de los 5 impulsores principales de la pérdida de biodiversidad en el mundo, junto a los cambios en los usos del suelo y el mar, la explotación directa de especies, la contaminación y el cambio climático.
Las especies exóticas invasoras redujeron poblaciones de especies nativas, modificaron ecosistemas completos y han tenido un papel clave en el 60% de las extinciones mundiales conocidas de plantas y animales, siendo las causantes exclusivas del 16 % de las extinciones globales, comenta Fernández.
“Uno de los ejemplos más claros del daño de las especies exóticas invasoras en todo el mundo es la diseminación del mosquito Aedes Aegypti, originario de África, cuya expansión se debió a las migraciones humanas en masa, porque los huevos de mosquitos se transportaban en los depósitos de agua”, comenta la especialista; y añade: “La propagación del dengue a través de estos insectos, provoca un alto impacto en la salud, la inversión económica estatal para su control y tratamiento; y en la calidad de vida de la población”.
Asimismo, las invasiones biológicas repercuten en las economías profundamente: los costos anuales superan los $423 mil millones de dólares mundialmente, y se han cuadruplicado cada década desde 1970.
Por otro lado, Fernández remarca que las comunidades indígenas y rurales se han visto muy perjudicadas por las invasiones biológicas, ya que estos son altamente dependientes de la naturaleza, poniendo en riesgo su seguridad alimentaria, vulnerándolos y erosionando sus identidades culturales que, a menudo, están vinculadas a la flora y fauna que los rodea.
Primer informe global sobre especies exóticas invasoras
La Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), desarrolló la primera evaluación global específica sobre especies exóticas invasoras, elaborada por expertos de 49 países, entre ellos, cinco científicos y científicas del CONICET: Evangelina Schwindt, del Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR, CONICET); Carolina Morales, Victoria Werenkraut y Martín Núñez, del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA, CONICET-UNCo), y Romina Fernández, del Instituto de Ecología Regional (IER, CONICET-UNT).
Los resultados publicados recientemente, son contundentes: el impacto de las especies exóticas invasoras es muy grande, no sólo al nivel de la extinción de especies, sino también por los importantes costos económicos que trae aparejados, así como por sus graves efectos sobre la salud humana.
Las invasiones biológicas no conocen fronteras, lo que las convierte en un problema global con impactos que afectan a todos los rincones del mundo, incluso la Antártida. Las Américas, Europa y Asia Central reportan los mayores impactos negativos de las especies invasoras. El informe pronostica una escalada de las especies exóticas invasoras y sus impactos, impulsada por el comercio global, el movimiento humano y la sinergia con otros factores entre ellos el cambio climático.
Además, el informe proporciona herramientas, opciones y ejemplos de estrategias de control de especies exóticas invasoras que han funcionado en numerosos casos para orientar a los gobiernos del mundo en la implementación de estrategias efectivas para mitigar los impactos de estas especies.
Para finalizar, Fernández destaca: “El manejo efectivo de las especies exóticas invasoras depende de la participación de todas las partes interesadas, incluidos los pueblos indígenas y las comunidades locales. Para lograr reducir esta problemática a nivel mundial es necesario trabajar en el desarrollo de gobernanza inclusiva, concientización pública, sistemas de información y de investigación conjunta”.
Link para acceder a la nota del resumen del informe IPBES para los tomadores de decisiones: https://www.ipbes.net/IASmediarelease